Por qué una psicoterapia con visión feminista
Una psicoterapia que integre la mirada feminista, deberá atender a aquellas situaciones de la estructura social que son causa de malestares personales. Haber sido socializada como mujer, como pobre, haber tenido que migrar, ser racializada, precarizada o representar una corporalidad/orientación/identidad diferente, no es solo una situación personal, sino colectiva, e impone unas dificultades de partida distintas a lo considerado como «norma», y con ello, una expresión emocional de esa vivencia. Que la psicoterapia integre este análisis es fundamental porque el patriarcado y los sistemas de opresión se nos meten en el cuerpo y los interiorizamos. Aprender a desenredar los nudos que nos han creado estos sistemas conlleva un esfuerzo de desaprendizaje de patrones insconscientes/automáticos que difícilmente podemos hacer sin un acompañamiento terapéutico sostenido, dirigido a escuchar nuestra voz interior y encontrar nuestras herramientas propias, en este sistema lleno de ruido externo.
Como terapeuta, atiendo todo tipo de situaciones bajo una perspectiva de género feminista, integrando el análisis de la estructura social en los malestares que se pueden vivir corporalmente (angustia, ansiedad, miedos, inseguridades, dependencias…), aprendiendo a escuchar las voces que más ha silenciado el patriarcado: las emociones y sensaciones de nuestro cuerpo, y ayudándote a reescribir nuevas formas de actuar acordes con tu ser. Utilizo diferentes métodos y formas de consulta o acompañamiento, siempre siendo consciente de colocar tu cuidado en el centro de la terapia.
Mi forma de trabajo la definiría como humana, adaptada a tu ritmo, entendiendo y amando la diversidad de formas de pensar y vivir las realidades que tenemos cada persona. El feminismo y el empoderamiento siempre son la luz que marca mi camino, por lo que tratar de igual a igual, y favoreciendo un acompañamiento, no un criterio externo, y que tú puedas ir entendiendo y aceptando tus emociones y vivencias, creando redes de apoyo y autocuidado, es mi guía. Puedes saber de mi experiencia, mi formación y las fuentes de mi aprendizaje aquí.
Integro en mi forma de ser terapeuta el ser feminista, porque lo emocional es político y hay que colocarlo en el centro. Puedes leer en el blog qué es para mi ser psicóloga feminista y por qué creo que la terapia no debería tener clase social. Pero, además, las psicólogas feministas hace mucho tiempo que sabemos la importancia de tener en cuenta el género al intervenir, en 2017 realicé esta ponencia sobre salud mental y feminismo: Estamos locas o vivimos en sociedades que nos enferman.
Si quieres una recomendación sobre otras terapeutas feministas, también puedes preguntarme.
Lo emocional es político. Feminismo no es sólo teoría. Llevar la teoría a la práctica tiene que pasar por el propio cuerpo.
¿Y qué es la Psicología feminista?
La Psicología feminista puede ayudarnos a realizar un proceso de crecimiento personal y colectivo, ayudándonos a ser YO misma y a la vez reivindicando el NOSOTRAS. La Psicología, como disciplina que trata de entender los procesos humanos, cuando se trabaja desde el feminismo, puede ayudarnos a llevar las teorías que tantas veces hemos leído y trabajado con la racionalidad, a la práctica y la vivencia personal, pasándola por el cuerpo. Porque no es necesario estar desbordada emocionalmente para tener una oportunidad de aprender y vivenciar, de entender lo que nos pasa, lo que queremos, descubrir nuestros límites, conocernos; acudir a la psicología feminista como estrategia de prevención, nos permite tener más recursos para afrontar nuestras vidas, mejorar nuestras relaciones y ser más congruentes con nuestro ser feminista.
La Psicología nos ayuda a entender muchas cosas que nos pueden estar generando confusiones. Quizá no estás pasando por un problema tan grande que te motive a acudir a terapia, pero sí te gustaría pasar por un proceso de crecimiento personal que te ayude a conocerte mejor.
Aquí puedes acceder a información de dos de los proyectos que actualmente trabajo desde la Psicología feminista.
«Conocerme me llevó a quererme», es un proceso de crecimiento personal feminista que se puede realizar virtual o presencialmente.
«Conociéndonos juntas«, un proceso grupal que se realiza en Bilbao.
Ambos puedes ser combinados
Conocerme me llevó a quererme, es un proceso de autoconocimiento psicológico feminista que puedes realizar online. A través de vídeos y ejercicios personales que pasar por tu cuerpo y tu experiencia. Puedes combinarlo con el proceso grupal, si quieres además practicarlo en colectivo.
Info aquí →Ilustraciones: Alberto Muriel. Tres Voltes Rebel. 2019