Psicología feminista. De la teoría a la práctica pasando por el cuerpo.
Soy Psicóloga especialista en prevención, autónoma y enraizada en el cuidado y acompañamiento feminista. Comencé mi práctica en grupos con mujeres supervivientes de violencia en 2005. Los últimos 15 años lo he hecho como psicoterapeuta feminista desde mi propia CONSULTA en Bilbao. Puedes conocer más de mi experiencia y fuentes de conocimiento en SOBRE MÍ, los materiales que he publicado y que recomiendo en RECURSOS. También puedes conocerme en persona pidiéndome una CITA, acercándote a un GRUPO O FORMACIÓN. Desde 2022 trabajo acompañada de mis compañeras en NURE PSICOLOGÍA.
Psicoterapia y psicología feminista →Antes de ponerme la etiqueta de especialista en prevención, escuché a muchas mujeres en investigaciones, leí, estudié y escribí mucho sobre la violencia directa y cómo funcionan las violencias simbólicas, organicé grupos, acudí a dar formaciones por todo el territorio español, y decidí que mi vocación como psicóloga me llevaba a tratar de sensibilizar a la gente joven antes de que se metieran en dinámicas tóxicas. Cree mi primer blog «Mi novio me controla… lo normal» en 2007, que fue referente de prevención en internet. Hoy trabajo tratando de cuidar a las personas para conocerse e identificar las situaciones en las que no quieren entrar o seguir, así que continúo priorizando la prevención antes de que la situación se desborde.
Antes de ponerme la etiqueta de feminista, me la pusieron muchas veces otras personas, algunas como crítica y otras como reconocimiento, pero sobre todo, lo hice tras pasar todo un proceso para deconstruirme a mi misma, siendo consciente de cómo el patriarcado estaba también en mi interior y en mi forma de no escucharme al cuerpo. Escuché a mi cuerpo, sus emociones, les di permiso y prioridad, escuché mis límites y coloqué el autocuidado en el centro de mi vida. Analicé mis relaciones y aprendí a darme cuenta de las relaciones de poder que me generaban malestar, a las situaciones donde quería seguir y con las que ya no iba a seguir jugando, me defendí y establecí la manera en la que quiero estar en el mundo, sin colocarme encima ni debajo de nadie. Hoy me reconozco feminista tras trabajar 16 años con esta perspectiva, pero siempre siendo consciente de que lo feminista, se practica o no se es.
Antes de ponerme la etiqueta de enraizada, he trabajado con mucha gente diferente y diversa, desde gente de colectivos y procedencias varias, de instituciones públicas y privadas, en proyectos pioneros. He estado delante de auditorios enormes, disfrutando de lo que me aporta la comunicación, y al lado de grupos pequeños, gustándome de escuchar y animar a la participación equilibrada. Por eso ahora sé desde dónde y cómo quiero trabajar, digo «no» a todos aquellos proyectos que considero no están hechos con cuidado y feminismo en la práctica, y elijo una forma de trabajar propia, no individual, pero sí propia, donde todas mis experiencias me dan conocimiento para saber cómo acompañar. Me siento enraizada en mi trabajo como terapeuta y sé que quiero tener una mirada feminista. Soy mi propia jefa y ahora, ya, me trato bien.