Emociones

Gestionamos nuestras emociones o las cuidamos


¿Gestionamos nuestras emociones o las cuidamos?


Las emociones no son productos que gestionar. Siéntelas, transítalas, respétalas, cuídalas.



Las emociones forman parte de ti. No vienen a tu cuerpo para ser tapadas ni bloqueadas. Taparlas y bloquearlas provoca nudos (que sí que hacen daño). 


Sin embargo, multitud de veces encontramos personas que hablan de la «gestión de las emociones» como si estas fueran elementos que poder organizar, posponer, colocar en un horario de la agenda. Esto, además de responder a una lógica meramente productiva de nuestro funcionamiento interno, se relaciona con el concepto patriarcal de que lo racional es mejor que lo emocional, y que existen emociones buenas y malas.

De ahí que no sea casual que frecuentemente nos hablen de la “gestión” de las emociones negativas, como las que debemos mantener alejadas, y se nos enseñe a contenerlas, considerar que están mal.

Sin embargo, hasta las emociones que puedes sentir con desagrado (no hay negativas), dicen algo de tu cuerpo, de ti, de lo que está pasándote. Y son una información muy valiosa para tu cuidado.

Las emociones, lo que estás sintiendo, no siempre puedes expresarlo en relación, no siempre las circunstancias te ayudan a actuar las emociones. Pero que reproduzcamos el gesto de “gestionar” esa emoción negándola, no escuchándola, controlándola para que no salga o hacer como que no importa, tiene consecuencias importantes en nuestra salud. Es una forma de maltrato interno.

El lenguaje que utilizamos se relaciona con nuestro pensamiento. Por eso, y porque yo relaciono la palabra “gestión” con una tarea de trabajo productivo, he decidido dejar de utilizar esa palabra, y cambiarla por “cuidado de las emociones”. Porque nuestras emociones no son algo que maltratar, minusvalorar, callar. Merecen su espacio, su respeto, y su cuidado.

 

  • Sí, claro puedes gestionar este post y guardarlo para leer más tarde. No se va a sentir mal por ello.
  • También puedes poner el modo avión para gestionar un tiempo de autocuidado. Organizar tu tiempo de escucha ayuda a conocerte.
  • Y por supuesto, siempre puedes gestionar esas tareas de tu trabajo/estudio para hacer en diferentes días. Que ya vale de tanto “tiene que estar para ayer”.


Pero las emociones, déjate escucharlas. Déjate sentirlas. Dales el tiempo y el espacio que necesitan. Entiéndelas. Compártelas si es necesario. Posponlas si no hay más remedio, pero sin olvidártelas.


En suma, trata bien al cuerpo.

Trátate bien

 

Yo no gestiono, cuido de mis emociones.



Cuidar emociones -